Orando Los SalmosMuestra

¿Te gustaría agradar a Dios?
¿Alguna vez has pedido a Dios que te perdone por los pecados de los que no eres consciente? Ayer te comentaba sobre cómo me encantan los salmos y sobre todo en este tiempo de leerlos y meditarlos me han cautivado las oraciones que encuentro en ellos.
Uno de mis salmos favoritos es el Salmo 19, hay tanto que meditar de la profundidad de este salmo. De hecho, no sé si te acuerdas, pero en una seria pasada te estuve compartiendo sobre cómo este salmo exalta la grandeza y hermosura de la Palabra de Dios (v. 7-11).
Pero en esta ocasión me gustaría que podamos ver sobre las peticiones que David en oración le hace a Dios. David le pide a Dios que le perdone por los errores y pecado que pudo haber hecho inconscientemente… ¡wow! ¿A quién se le ocurre una oración así? Solo a alguien que verdadera y profundamente quiere agradar a Dios.
La siguiente petición es igual de poderosa; David le pide a Dios que lo ayude a no pecar conscientemente y que no lo domine el pecado. Lo que me encanta de estas peticiones es que son reales, vienen de alguien que conoce su corazón, que conoce las luchas y tentaciones que hay en su corazón. Mi amigo/a, ¿qué tan sincero eres con las luchas que hay en tu corazón?
Sabes, yo tantas veces he hablado con Dios pidiéndole que me libre de las tentaciones que son repetitivas en mi corazón, rogándole que pueda quitármelas por completo, pero Dios dice “bástate en mi gracia”. Estas oraciones reales y transparentes le agradan a Dios, porque Dios quiere una relación completamente auténtica contigo. No quiere una relación formal, o una relación religiosa o una relación mecánica y forzada. NO, Dios anhela una relación auténtica contigo, por eso ese tipo de oraciones le agradan.
Hoy quiero invitarte a que hagas una oración real, honesta y sin fórmulas. Cuéntale a Dios tus luchas, tus errores, tus frustraciones, déjalo en sus manos sin adornos, solo tú y tu Padre, ¡la persona que más te ama!
Me encanta como termina David este salmo: “Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis meditaciones oh Señor, mi roca y mi redentor” (Salmo 19:14).
¿Puedes ver el corazón de David? ¿Puedes ver el anhelo, el deseo de David por agradar a Dios?
Y termino con esta pregunta: ¿Reconoces en ti este anhelo?
Escritura
Acerca de este Plan

Este plan de siete días traerá renuevo a tu alma, te guiará por momentos oscuros y llenará tu corazón de esperanza. Sin duda, habrá un antes y un después en tu vida. ¡Prepárate para algo grandioso!
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