Devocional diario de Rick WarrenMuestra

Trata tu ira, ¡ahora!

Creo que el versículo de hoy debe ser tomado literalmente. Cuando te vayas a dormir a la noche, asegúrate de que tu conciencia esté en orden y no haya desarmonía.

¿Por qué? Dios sabe cuán peligrosa y destructiva es la ira para nuestro cuerpo. Ella entra en ti y empieza a comerte.

¿Has escuchado a alguien decir: "¡Esto realmente me consume!"? Está diciendo la verdad, literalmente lo hace. Los científicos han probado que cuando una persona se enoja hay un cambio bioquímico en su cuerpo. Cuando te enojas ataca tus glándulas suprarrenales y dispara varias cosas en tu cuerpo. Las palmas de las manos comienzan a sudar, la temperatura aumenta, el azúcar en tu sangre se eleva, tus latidos del corazón se aceleran, te pones nervioso, te preparas para la acción.

Todo esto se reprime dentro de ti y Dios dice: "No dejes que todo esto crezca y te vayas a dormir con eso. Te consumirá".

Dios te está explicando esto por tu propio bien. Cuando te aferras al enojo, tiene un efecto dañino en tu salud. No puedes dormir. Tienes presión alta. Te deprimes y puedes enfermarte de diferentes cosas.

La ira es peligrosa para nuestras vidas. Es peligrosa para nosotros físicamente. Es peligrosa socialmente; arruina relaciones, destruye hogares. Es peligrosa para nosotros espiritualmente, afecta nuestra relación con Dios.

Eso es lo que dice Pablo: "ni den cabida al diablo" (EFESIOS 4:27 NVI). Cuando te enojas, enfréntalo inmediatamente, para que el diablo no tenga un punto de apoyo en tu vida.