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APRENDIENDO DE LA EXPERIENCIA
En el desierto los israelitas se quejaban sobre el maná que Dios proveía. ¡Ellos querían carne y la querían enseguida! Debido a que fueron impacientes y desagradecidos, Dios le dio lo que pedían pero en cantidades que les enfermó.
Esta historia me recuerda cuando cumplí dieciséis años. ¡Quería un coche enseguida! Mis padres me permitieron comprar un coche que encajaba con mis criterios: deportivo y asequible. No comprobé la calidad del motor y, como consecuencia, tuve que enfrentarme a una serie interminable de problemas mecánicos.
A veces, la mejor disciplina de Dios es darnos es lo que pedimos. En muchos casos nuestra habilidad para discernir qué es lo mejor para nosotros es errónea. Las cosas que esperamos que nos hagan felices a menudo se convierten en errores dolorosos que nos fuerzan a crecer y madurar. Como padres puede ser difícil permitir a nuestros hijos a que cometan errores, pero las lecciones de la experiencias son normalmente muy efectivas.
Permitir que tus hijos cometan errores y sufran las consecuencias puede ser una forma de disciplina con amor.
En el desierto los israelitas se quejaban sobre el maná que Dios proveía. ¡Ellos querían carne y la querían enseguida! Debido a que fueron impacientes y desagradecidos, Dios le dio lo que pedían pero en cantidades que les enfermó.
Esta historia me recuerda cuando cumplí dieciséis años. ¡Quería un coche enseguida! Mis padres me permitieron comprar un coche que encajaba con mis criterios: deportivo y asequible. No comprobé la calidad del motor y, como consecuencia, tuve que enfrentarme a una serie interminable de problemas mecánicos.
A veces, la mejor disciplina de Dios es darnos es lo que pedimos. En muchos casos nuestra habilidad para discernir qué es lo mejor para nosotros es errónea. Las cosas que esperamos que nos hagan felices a menudo se convierten en errores dolorosos que nos fuerzan a crecer y madurar. Como padres puede ser difícil permitir a nuestros hijos a que cometan errores, pero las lecciones de la experiencias son normalmente muy efectivas.
Permitir que tus hijos cometan errores y sufran las consecuencias puede ser una forma de disciplina con amor.
Escritura
Acerca de este Plan
El propósito de este devocional es ver lo que la Palabra de Dios tiene que decir sobre los retos de la educación que todos los padres enfrentan. Cada día incluye un pasaje de la Escritura y una aplicación de este pasaje en situaciones de prueba y triunfo para guiar a las familias a madurar en Cristo. Los devocionales están creados por Educación por Diseño, un ministerios de Forth Worth dedicado a enseñar a padres a guiar a sus hijos en la misma manera que Dios guía a sus hijos.
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