LUCAS 24:13-18
LUCAS 24:13-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Dos de los discípulos iban ese mismo día a una aldea llamada Emaús, situada a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y empezó a caminar con ellos. Pero sus ojos estaban incapacitados para reconocerlo. Él les preguntó: —¿De qué vais discutiendo por el camino? Se detuvieron con el semblante abatido. Uno de ellos, llamado Cleofás, dijo: —Seguramente tú eres el único forastero en toda Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha pasado allí estos días.
LUCAS 24:13-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Ese mismo día, dos de los discípulos se dirigían a una aldea llamada Emaús, distante unos once kilómetros de Jerusalén. Mientras iban hablando de los recientes acontecimientos, conversando y discutiendo entre ellos, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado. Pero tenían los ojos tan ofuscados que no lo reconocieron. Entonces Jesús les preguntó: —¿Qué es eso que discutís mientras vais de camino? Se detuvieron con el semblante ensombrecido, y uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: —Seguramente tú eres el único en toda Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha pasado allí estos días.
LUCAS 24:13-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Dos de los discípulos se dirigían aquel mismo día a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado. Pero, aunque le veían, algo les impedía reconocerle. Jesús les preguntó: –¿De qué venís hablando por el camino? Se detuvieron tristes, y uno de ellos llamado Cleofás contestó: –Seguramente tú eres el único que, habiendo estado en Jerusalén, no sabe lo que allí ha sucedido estos días.
LUCAS 24:13-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Aquel mismo día dos de ellos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban conversando sobre todo lo que había acontecido. Sucedió que, mientras hablaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos; pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados. ―¿Qué venís discutiendo por el camino? —les preguntó. Se detuvieron, cabizbajos; y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo: ―¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no se ha enterado de todo lo que ha pasado recientemente?