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Amós 9

9
Nadie escapa al juicio del Señor
1Vi al Señor, que estaba junto al altar y me decía:#9.1 Esta quinta visión concluye el ciclo iniciado en 7.1 y marca su culminación. El relato de la visión presenta una forma distinta, ya que ahora el profeta no tiene delante de sí un objeto simbólico (véase Am 7.1—9.10 n.), sino que ve al mismo Señor y recibe de él un mensaje que confirma las otras visiones.
«Golpea los capiteles#9.1 Los capiteles: es decir, la parte superior o el remate ornamental de las columnas del santuario. hasta que tiemblen los umbrales;
¡que caigan hechos pedazos sobre la gente!
A quienes queden vivos, los mataré a filo de espada:
aunque traten de huir, ni uno solo se salvará;
2aunque se escondan en las profundidades de la tierra,#9.2 Profundidades de la tierra: heb. sheol. Véase Sal 6.5(6) n.
de allí los sacaré;
aunque suban a las alturas de los cielos,
de allí los haré bajar.#9.2 Cf. Jer 23.23-24.
3Si se esconden en la cumbre del monte Carmelo,
aun allá los iré a buscar;
si se esconden de mí en el fondo del mar,
mandaré al monstruo marino#9.3 Monstruo marino: Los antiguos israelitas creían que en medio del océano había un monstruo enorme (cf. Is 27.1), que estaba al servicio del Señor como todas sus demás criaturas (cf. Gn 1.21; Sal 104.26). que vaya y los destroce;
4y si van al destierro,#9.4 Al destierro: Véase Am 5.27 n. llevados por sus enemigos,
mandaré a la espada que vaya y los mate.
¡Para mal, y no para bien,
los tendré siempre a la vista!»#9.2-4 Cf. Sal 139.7-12. Amós emplea aquí los mismos conceptos que el salmista, pero con el fin de hacer notar que nadie podrá escapar al juicio de Dios.
5El Señor, el Dios todopoderoso,
toca la tierra, y la tierra se derrite
y lloran todos sus habitantes.
La tierra sube y baja,
como suben y bajan las aguas del Nilo.#9.5 Cf. Am 8.8.
6El Señor ha puesto su habitación en el cielo
y la bóveda celeste sobre la tierra;
él llama a las aguas del mar
y las derrama sobre la tierra.
El Señor, ese es su nombre.#9.5-6 Sobre la estructura de este pasaje, véase Am 4.13 n., y cf. 5.8.
7Esto afirma el Señor:
«Israelitas, para mí no hay diferencia#9.7 No hay diferencia: Por haber asumido sus privilegios de pueblo elegido por Dios sin haber aceptado las responsabilidades correspondientes (véase Am 3.2 nota), los israelitas se han puesto en el mismo nivel que los etiopes, un pueblo menospreciado por el color de su piel y por su humilde condición social.
entre ustedes y los etiopes.#9.7 Los etiopes (Lit. cusitas) eran habitantes del valle del Nilo, al sur de Egipto (véase Gn 10.6 nota). Al parecer, muchos de estos etiopes vivían en el extranjero ganándose la vida como servidores (cf. Jer 38.7-13).
Así como los traje a ustedes de Egipto,
así traje también de Creta a los filisteos#9.7 Se consideraba que los filisteos eran originarios de la isla de Creta (Lit. Caftor), en las cercanías de Grecia (cf. Dt 2.23; Jer 47.4).
y de Quir a los arameos.»#9.7 Quir: Amós hace notar expresamente que no sólo Israel, sino también las naciones paganas son objeto del cuidado divino y están bajo la protección del Señor. Cf. 2 R 16.9; Am 1.5.
8El Señor mira este reino pecador, y dice:
«Lo voy a borrar de la tierra,
pero no destruiré por completo la casa de Jacob.
Yo, el Señor, lo afirmo.
9Voy a ordenar que la casa de Israel sea zarandeada
como se zarandea el trigo en una criba,
sin que un solo grano caiga a tierra.
10Todos los pecadores de mi pueblo
morirán a filo de espada;
todos los que dicen: “Nada de eso nos pasará;
el mal no va a alcanzarnos.”
V. EPÍLOGO#9.11-15 El libro termina con una promesa de salvación, que incluye la restauración de la dinastía del rey David (v. 11), el don de una tierra fértil (v. 13), el retorno del exilio y la instalación del pueblo de Israel en la tierra prometida (vv. 14-15).
(9.11-15)
Restauración futura de Israel
11»El día viene en que levantaré la caída choza de David. Taparé sus brechas, levantaré sus ruinas y la reconstruiré tal como fue en los tiempos pasados, 12para que lo que quede de Edom#9.12 Edom: Véase Am 1.11 n. Esta nación, aunque se había enemistado con Israel, estaba ligada a él por lazos de parentesco. Cf. Gn 32.1-5(2-6). y de toda nación que me ha pertenecido vuelva a ser posesión de Israel.» El Señor ha dado su palabra, y la cumplirá.#Hch 15.16-18.
13«Vienen días en que todavía se estará cosechando el trigo cuando ya será tiempo de arar el campo, y en que aún no se habrá acabado de pisar las uvas cuando ya será tiempo de sembrar el trigo. Por montes y colinas correrá el vino como agua. 14Entonces traeré del destierro a mi pueblo Israel. Reconstruirán las ciudades destruidas, y vivirán en ellas; plantarán viñedos, y beberán su vino; sembrarán huertos, y comerán sus frutos. 15Pues los plantaré en su propia tierra, y nunca más volverán a ser arrancados de la tierra que les di.» Dios el Señor lo afirma.#9.13-15 Cf. Jl 3.18-21(4.18-21).

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