YouVersion Logo
Search Icon

NÚMEROS 35

35
Lo asignado a los levitas#35.1-8 A los miembros de la tribu de Leví, como no poseían territorio propio (Nm 18.20-23), se les asignaron ciudades especiales (Lv 25.32-34; Jos 21.1-42; 1 Cr 6.54-81).
1El Señor se dirigió a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, y le dijo:
2“Ordena a los israelitas que, del territorio que les corresponde, den a los levitas ciudades para que vivan, y que les den también los campos de pastoreo que rodean las ciudades. 3Los levitas vivirán en esas ciudades, y en los campos tendrán su ganado y demás animales. 4Los campos de pastoreo que les daréis se extenderán alrededor de la ciudad, cuatrocientos cincuenta metros hacia afuera de la muralla. 5Todo el terreno formará un cuadrado de novecientos metros de lado, es decir, que medirá lo mismo por el este que por el oeste, por el norte que por el sur. La ciudad quedará en medio, con los campos de pastoreo alrededor.
6“De las ciudades que deis a los levitas, seis serán ciudades de refugio,#35.6 Ciudades de refugio: Estas ciudades eran seis: tres en Canaán y tres al este del Jordán (Jos 20.7-9). donde pueda buscar protección la persona que haya matado a alguien. Aparte de estas seis ciudades, les daréis otras cuarenta y dos; 7en total, daréis a los levitas cuarenta y ocho ciudades con sus campos de pastoreo. 8Cuando del territorio propio de los israelitas deis las ciudades para los levitas, cada tribu dará de acuerdo con lo que le haya tocado: de los territorios más grandes se tomarán más ciudades, y de los más pequeños, menos ciudades.”
Ciudades de refugio
(Dt 19.1-13; Jos 20.1-9)
9El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
10“Diles esto a los israelitas: Cuando crucéis el río Jordán para entrar en Canaán, 11deberéis escoger algunas ciudades como ciudades de refugio, donde pueda buscar refugio la persona que sin intención haya matado a otra. 12Allí quedará a salvo del pariente del muerto que quiera vengarlo,#35.12 La costumbre de vengar la muerte del pariente asesinado era un uso tradicional en el antiguo Oriente y una manera primitiva de impartir justicia en una sociedad donde no había tribunales. La ley mosaica suavizó y reglamentó esta vieja costumbre, estableciendo ciudades de refugio o de asilo, y prescribiendo un juicio formal para los que habían matado accidentalmente (vs. 15,22-25). Cuando alguien había cometido un asesinato intencionalmente, el pariente más cercano, llamado también “vengador de la sangre” (heb. goel), era el encargado de ejecutar la sentencia de muerte (vs. 19,21). Véase Gn 27.45 n. y no morirá hasta que se haya presentado ante el pueblo para ser juzgado. 13De las ciudades dadas, seis serán para refugio: 14tres al oriente del Jordán y tres en Canaán. 15Estas seis ciudades serán ciudades de refugio, tanto para los israelitas como para los extranjeros que vivan o estén de paso entre vosotros. Allí podrá refugiarse todo el que sin intención haya matado a otra persona.
16“Si alguien hiere a otro con un objeto de hierro, y el herido muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.
17“Si alguien golpea a otro con una piedra que pueda causar la muerte, y el golpeado muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.
18“Si alguien golpea a otro con un palo que pueda causar la muerte, y el golpeado muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte. 19El pariente más cercano del muerto se encargará de dar muerte al asesino cuando lo encuentre.
20“Si alguien empuja a otro por odio, o si le lanza algún objeto con malas intenciones, 21o si por enemistad le golpea con las manos, y el otro muere, el culpable será condenado a muerte porque es un asesino. El pariente más cercano del muerto se encargará de dar muerte al asesino cuando lo encuentre.
22“Pero si alguien empuja a otro accidentalmente, no por enemistad, o si le lanza algún objeto sin mala intención, 23o, sin fijarse, lanza una piedra que pueda causar la muerte, y la piedra le cae encima y lo mata no siendo ellos enemigos ni queriendo él hacerle daño, 24entonces el pueblo actuará como juez entre el que causó la muerte y el pariente que quiera vengar a la víctima, según estas reglas. 25El pueblo deberá proteger de la venganza del pariente al que causó la muerte, y hará que vuelva a la ciudad de refugio donde había buscado refugio. El homicida deberá quedarse allí hasta que muera el sumo sacerdote debidamente consagrado. 26Pero si sale del territorio de la ciudad de refugio, 27el pariente de la víctima no cometerá ningún crimen si lo encuentra fuera y lo mata. 28El homicida deberá quedarse en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Después podrá volver a su tierra.
29“Estas disposiciones serán para vosotros una ley que pasará de padres a hijos, dondequiera que viváis.
Leyes relativas a testimonios y rescates
30“Solo mediante el testimonio de varios testigos podrá ser condenado a muerte un asesino. Un solo testigo no basta para condenar a muerte a nadie.#35.30 Dt 17.6; 19.15.
31“No se podrá aceptar dinero como rescate por la vida de un asesino condenado a muerte; ese hombre debe morir.#35.31 Las leyes de otros pueblos del antiguo Oriente, como las de los hititas, aceptaban el rescate por dinero de un asesino condenado a muerte.
32“No se podrá aceptar dinero por permitir que un asesino que haya buscado refugio en una de las ciudades señaladas pueda regresar a su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.
33“No profanéis con asesinatos el país en el que vais a vivir, pues el asesinato profana el país, y no hay más rescate por un asesinato que la muerte del que lo cometió.
34“No profanéis la tierra en la que vais a vivir y en la que yo también viviré, pues yo, el Señor, vivo entre los israelitas.”

Currently Selected:

NÚMEROS 35: DHHE

Highlight

Share

Copy

None

Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in

YouVersion uses cookies to personalize your experience. By using our website, you accept our use of cookies as described in our Privacy Policy