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NÚMEROS 14

14
Rebeldía de los israelitas#14.1-19 En el siguiente relato vuelve a aparecer el tema de la murmuración (véanse Nm 11.1 n.; 13.1-33 n.).
(Dt 1.26-33)
1Entonces los israelitas comenzaron a gritar, y aquella noche se la pasaron llorando. 2Todos ellos comenzaron a hablar mal de Moisés y de Aarón. Decían: “¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto, o aquí en el desierto! 3¿Para qué nos trajo el Señor a este país? ¿Para morir en la guerra, y que nuestras mujeres y nuestros hijos caigan en poder del enemigo? ¡Más nos valdría regresar a Egipto!” 4Y empezaron a decirse unos a otros: “¡Pongamos a uno como jefe y volvamos a Egipto!”
5Moisés y Aarón se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente delante de todo el pueblo, 6y Josué y Caleb, que habían estado explorando el país, se rasgaron la ropa en señal de dolor 7y dijeron a todos los israelitas:
–¡La tierra que fuimos a explorar es excelente! 8Si el Señor nos favorece, nos ayudará a entrar en esa tierra y nos la dará. Es un país donde la leche y la miel corren como el agua. 9Pero no os rebeléis contra el Señor#14.9 Cf. Heb 3.16. ni tengáis miedo a la gente de ese país, porque ellos van a ser pan comido para nosotros; a ellos no hay quien los proteja, mientras que nosotros tenemos de nuestra parte al Señor. ¡No tengáis miedo!
10A pesar de todo, la gente quería apedrearlos. Entonces la gloria del Señor se apareció en la tienda del encuentro, a la vista de todos los israelitas,#14.10 Cf. Ex 16.6-7. 11y el Señor dijo a Moisés:
–¿Hasta cuándo va a seguir menospreciándome este pueblo? ¿Hasta cuándo van a seguir dudando de mí, a pesar de los milagros que he hecho entre ellos? 12Les voy a enviar una epidemia mortal que les impida tomar posesión de esa tierra; en cambio, de ti haré un pueblo más grande y más fuerte que ellos.#14.11-20 Cf. Sal 106.23. Acerca de la intercesión de Moisés, cf. Ex 32.9-14; Dt 9.25-29. Cf. también Dt 32.26-27.
13Pero Moisés respondió al Señor:
–Tú, con tu poder, sacaste de Egipto a este pueblo. Cuando los egipcios sepan lo que vas a hacer, 14se lo contarán a los habitantes del país de Canaán. Ellos también han oído decir que tú, Señor, estás en medio de este pueblo, que te dejas ver cara a cara, que tu nube está sobre ellos, y que de día vas delante de ellos en una columna de nubes y de noche en una columna de fuego. 15Si matas a este pueblo de un solo golpe, las naciones que saben de tu fama dirán: 16‘El Señor no pudo hacer que este pueblo entrara en la tierra que había jurado darles, y por eso los mató en el desierto.’ 17Por eso, Señor, muestra ahora tu gran poder, tal como lo has prometido. Tú has dicho 18que no te irritas fácilmente, que es muy grande tu amor y que perdonas la maldad y la rebeldía, aunque no dejas sin castigo al culpable, sino que castigas la maldad de los padres en los hijos, los nietos, los bisnietos y los tataranietos.#14.18 Ex 20.5-6; 34.6-7; Dt 5.9-10; 7.9-10. 19Puesto que tu amor es tan grande, perdónale a este pueblo su maldad, ya que has tenido paciencia con ellos desde Egipto hasta este lugar.
Castigo de los israelitas
(Dt 1.34-40)
20El Señor respondió:
–Bien, yo los perdono, tal como me lo pides. 21Pero, eso sí, tan cierto como que yo vivo y que mi gloria llena toda la tierra, 22ninguno de los que han visto mi gloria y los milagros que hice en Egipto y en el desierto, y que me han puesto a prueba una y otra vez en el desierto y no han querido obedecer mis órdenes, 23ninguno de ellos verá la tierra que prometí a sus antepasados. Ninguno de los que me han menospreciado la verá.#14.21-23 Cf. Heb 3.18. 24Solamente mi siervo Caleb ha tenido un espíritu diferente y me ha obedecido fielmente. Por eso, a él sí le dejaré entrar en el país que fue a explorar, y sus descendientes se establecerán allí.#14.24 Jos 14.9-12. 25(Los amalecitas y los cananeos viven en la llanura.) En cuanto a vosotros, dad la vuelta mañana y seguid por el desierto en dirección al mar Rojo.#14.25 Evidentemente se trata del golfo de Akaba, en el brazo oriental del mar Rojo (Ex 13.18 nota f). Véase Índice de mapas.
26El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo:
27–¿Hasta cuándo voy a tener que soportar las habladurías de estos malvados israelitas? Ya les he oído hablar mal de mí. 28Pues ve a decirles de mi parte: ‘Yo, el Señor, juro por mi vida que voy a hacer que os suceda lo mismo que os he oído decir. 29Todos los mayores de veinte años que fueron registrados en el censo y que han hablado mal de mí, morirán, y sus cadáveres quedarán tendidos en este desierto.#14.29 Cf. Heb 3.17. 30A excepción de Caleb y de Josué, ninguno de vosotros entrará en la tierra donde solemnemente os prometí que iba a estableceros. 31En cambio, a vuestros hijos, de quienes decíais que iban a caer en poder de vuestros enemigos, los llevaré al país que vosotros habéis despreciado, para que ellos lo disfruten. 32Vuestros cadáveres quedarán tendidos en este desierto, 33en el que vuestros hijos vivirán como pastores durante cuarenta años. De este modo, ellos pagarán por vuestra infidelidad, hasta que todos muráis aquí en el desierto. 34Cuarenta días estuvisteis explorando el país; pues cuarenta años estaréis pagando vuestro castigo: un año por cada día. Así sabréis lo que es ponerse en contra mía.’#14.34 Ponerse en contra mía: otra posible traducción: tenerme en contra vuestra. 35Yo, el Señor, lo afirmo: Así voy a tratar a este pueblo perverso que se ha unido contra mí. En este desierto encontrarán su fin; aquí morirán.
Muerte de los diez espías malvados
36-37En cuanto a los hombres que Moisés había enviado a explorar el país y que al volver dieron tan malos informes, haciendo que la gente murmurara, el Señor los hizo caer muertos. 38De todos ellos, solo Josué y Caleb quedaron con vida.
La derrota en Hormá
(Dt 1.41-46)
39Cuando Moisés contó a los israelitas lo que el Señor había dicho, todos ellos se pusieron muy tristes. 40A la mañana siguiente se levantaron temprano, subieron a la parte alta de la región montañosa y dijeron:
–¡Ya estamos aquí! Vayamos al lugar que el Señor nos ha prometido, pues en verdad hemos pecado.
41Pero Moisés les dijo:
–¿Por qué desobedecéis las órdenes del Señor? ¡Ese intento va a fracasar! 42No sigáis adelante, porque el Señor no está con vosotros. Vuestros enemigos os van a derrotar. 43Allá delante os esperan los amalecitas y los cananeos, para pelear con vosotros y mataros. Y puesto que habéis abandonado al Señor, él ya no está con vosotros.
44Ellos, sin embargo, se empeñaron en subir a la parte alta de la región montañosa; pero ni el arca del pacto del Señor ni Moisés se movieron del campamento. 45Entonces salieron los amalecitas y los cananeos que vivían en la región, y persiguieron a los israelitas hasta Hormá,#14.45 Hormá: en el sur de Canaán, a unos 80 km. al nordeste de Cadés. (Véase Índice de mapas.) Como en otros casos semejantes, la desobediencia al Señor trae como consecuencia la derrota del pueblo. Cf. Jos 7. derrotándolos completamente.

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