YouVersion Logo
Search Icon

JEREMÍAS 2

2
Infidelidad de Israel#2.1-8 Aquí comienza una sección (caps. 2–6) en la que aparecen los temas más característicos de la predicación de Jeremías en la primera etapa de su actividad profética: el pueblo ha abandonado a su Dios, única fuente de vida (2.13), atrayendo sobre sí la muerte y la destrucción. El desastre ya está en camino, pero no ha llegado todavía (4.7). Por tanto, es posible evitarlo mediante el arrepentimiento y la conversión al Señor (4.1-2).
1El Señor se dirigió a mí y me dijo:
2“Ve y habla a la ciudad de Jerusalén;
grita para que lo oiga bien:
‘¡Así dice el Señor!
Recuerdo que cuando eras joven, me eras fiel;
que cuando te hice mi esposa,#2.2 Jeremías, lo mismo que Oseas (caps. 1–3), recurre al simbolismo de la unión matrimonial para referirse a la relación del Señor con su pueblo Israel. me amabas
y me seguiste a través del desierto,#2.2 E el desierto, los israelitas todavía no estaban expuestos a la tentación de rendir culto a los dioses de la fertilidad, como lo estarían más tarde, después de su entrada en Canaán (cf. Jer 2.7-8).
tierra donde nada se cultiva.’#2.2 Esta visión idealizada de la época del desierto contrasta con la que ofrecen las tradiciones del Pentateuco (Ex 17.1-7; 32; Nm 20.1-13) y el profeta Ezequiel (cap. 16). Para este último, ya en el desierto los israelitas se rebelaron contra el Señor y desobedecieron sus leyes (Ez 20.13).
3Israel estaba consagrada a mí,
era lo mejor de mi cosecha.#2.3 Lo mejor de mi cosecha: Las primicias o primeros frutos de la cosecha pertenecían exclusivamente al Señor y debían ser consagrados a él (Dt 26.1-11). De manera semejante, solo el Señor podía disponer de su pueblo Israel, porque él lo había elegido de entre todos los otros pueblos para que estuviera consagrado a su servicio (cf. Dt 7.7-11).
Si alguien le hacía daño, yo le castigaba
enviándole calamidades.
Yo, el Señor, lo afirmo.”
4Descendientes de Jacob, familias todas de Israel, escuchad la palabra del Señor. 5El Señor os dice:
“¿Qué de malo encontraron en mí vuestros antepasados,
que se alejaron de mí?
Se fueron tras dioses que no son nada,
y en nada se convirtieron ellos mismos.
6No se preocuparon de buscarme a mí,
que los saqué de Egipto,
que los guié por el desierto,
tierra seca y llena de barrancos,
tierra sin agua, llena de peligros,
tierra donde nadie vive, por donde nadie pasa.#2.6 Dt 32.10-12.
7Yo os traje a esta tierra fértil,
para que comierais sus frutos
y sus mejores productos.
Pero vosotros vinisteis y profanasteis mi tierra,
me hicisteis sentir asco de este país,
de mi propiedad.#2.6-7 Cf. Dt 8.2-16.
8Los sacerdotes no me buscaron,
los instructores de mi pueblo no me reconocieron,
los jefes se rebelaron contra mí
y los profetas hablaron en nombre de Baal#2.8 Baal: Véase Jue 2.13 n.
y siguieron a ídolos que no sirven para nada.#2.8 La acusación va dirigida, ante todo, contra los principales responsables. En primer lugar, contra los sacerdotes, no en cuanto ministros del culto, sino en su función de instructores, es decir, en cuanto depositarios de la Ley y encargados de enseñarla al pueblo (cf. Os 4.4-10). Luego, contra los jefes, lit. los pastores, título que en el antiguo Oriente se daba a los reyes, de quienes se esperaba que establecieran un orden social justo (véase Sal 72.1 n.; cf. Jer 22.13-19). Finalmente, contra los profetas, infieles a su misión de proclamar la palabra de Dios (cf. Jer 1.9). La lucha contra los falsos profetas fue una de las pruebas más duras que debió afrontar Jeremías (cf. Jer 23.9-40; 28.1-17).
Proceso contra Israel
9“Por eso yo, el Señor, afirmo:
Voy a entablar un pleito contra vosotros y contra vuestros nietos.#2.9 El Señor ha decidido entablar un pleito judicial contra su pueblo infiel, y pone como testigo al cielo (v. 12; cf. Is 1.2). Los motivos de la acusación se especifican en los vs. 5-8,10-11,13.
10Id a las islas de occidente y observad;
enviad a alguien a Quedar#2.10 Las islas de occidente: lit. las islas de Quitim, nombre que designa no solo a los habitantes de la isla de Chipre, sino, en general, a todas las poblaciones de la costa oriental del Mediterráneo. Quedar era una tribu nómada del norte de Arabia (véase Sal 120.5 nota g). Con respecto a Palestina, los sitios aquí mencionados representan puntos bastante alejados en direcciones opuestas, es decir, hacia el oeste y el este, respectivamente. Véase Índice de mapas. para que se fije bien,
a ver si se ha dado el caso
11de que una nación pagana haya cambiado a sus dioses.#2.10-11 Cf. Sal 106.19-20; Ro 1.23.
¡Y eso que son dioses falsos!
Pero mi pueblo me ha dejado a mí, que soy su gloria,#2.11 En el lenguaje bíblico, la gloria del Señor suele describirse como una manifestación luminosa que hace percibir de manera sensible la presencia divina en la creación (cf. Sal 19.1; Is 6.3), en el templo (Is 6.3-4; Ez 10.4) o en medio de su pueblo (Ex 40.34-38; Ez 1.27-28). Véase Jn 1.14 nota ñ.
por ídolos que no sirven para nada.
12¡Espántate, cielo, ante esto!
¡Échate a temblar de horror!
Yo, el Señor, lo afirmo.
13“Mi pueblo ha cometido un doble pecado:
me abandonaron a mí,
fuente de agua viva,#2.13 Agua viva: Cf. Jn 4.10-14; 7.37-38; véase Jn 4.10 n.
y cavaron sus propias cisternas,
pozos agrietados que no conservan el agua.#2.13 Pozos agrietados: En una región como Palestina, donde el agua no abunda, se hacía indispensable construir cisternas para conservar el agua (cf. 2 S 2.13). Estas cisternas se cavaban en la piedra porosa y luego se impermeabilizaban con una mezcla de cal y arena. Sin embargo, siempre existía la posibilidad de que se agrietaran y dejaran escapar el agua. Además, la calidad del agua estancada no admitía comparación con la que brotaba de la fuente.
Consecuencias de la infidelidad de Israel
14“Israel no es un esclavo;
no nació en la esclavitud.#2.14 Se podía ser esclavo por haber sido comprado o adquirido como botín de guerra, o bien por haber nacido de padres esclavos. El texto se refiere a este último tipo de esclavitud.
¿Por qué, pues, lo saquean?
15¿Por qué lo atacan como leones,#2.15 Como leones: probable alusión a la prolongada opresión que el “león” asirio ejerció sobre el pueblo de Israel. Cf. 2 R 16.17–17.6; 18.9–19.37.
lanzando fuertes rugidos?
Han dejado en ruinas su país;
sus ciudades fueron incendiadas
y nadie quedó en ellas.
16La gente de Menfis y de Tafnes#2.16 Menfis y Tafnes eran dos importantes ciudades egipcias. La primera se encontraba a unos 20 km. al sur de El Cairo; la segunda, en el nordeste de Egipto (cf. Jer 44.1). Véase Índice de mapas.
te rompió#2.16 Te rompió: traducción probable. Otra posible traducción: te afeitó la cabeza. la cabeza.
17Esto te pasó por haberme abandonado
a mí, que soy el Señor tu Dios
y que te guiaba por el camino.
18Y ahora, ¿qué ganas con ir a Egipto
a beber agua del Nilo?
¿Qué ganas con ir a Asiria
a beber agua del Éufrates?#2.18 Beber agua: Con esta metáfora se alude a las alianzas políticas y militares de los israelitas con los grandes imperios de Asiria y Egipto. Jeremías, lo mismo que los demás profetas, condena estas negociaciones como desleatad al Dios de Israel y como absoluta falta de confianza en él (cf. Is 30.1-5; Os 7.11-12).
19Tu propia maldad te castigará,
tu infidelidad te condenará.
Piensa y verás cuán malo y amargo
ha sido que me abandones
y que no me hayas honrado,
a mí, que soy el Señor tu Dios.
Yo, el Señor todopoderoso,#2.19 Señor todopoderoso: lit. Señor de los ejércitos; heb. Yahvé Sebaot. Véase 1 S 1.3 nota f. lo afirmo.
Rebeldía de Israel#2.20-25 En estos vs., la rebeldía de Israel se presenta con una notable variedad de imágenes: prostitución (v. 29), viña escogida que se vuelve silvestre (v. 21), mancha imborrable (v. 22), animal en celo que resopla jadeante de deseos (v. 24) y trata por todos los medios posibles de satisfacer su sensualidad.
20“Desde hace mucho te rebelaste contra mí,
te negaste a obedecerme.
Dijiste: ‘No quiero servir.’
Sobre cualquier loma alta#2.20 Loma alta: alusión a los lugares altos, donde se rendía culto a Baal y a los dioses cananeos de la fertilidad (cf. 1 R 3.2).
y bajo cualquier árbol frondoso
te diste a la prostitución.#2.20 La infidelidad al Señor, el esposo de Israel (cf. Is 54.5; Jer 2.2; Os 2.16), y el culto tributado a otros dioses, se expresa aquí con la imagen del adulterio y la prostitución (Jer 3.1-4; 5.7; 13.27; Os 2.5; 4.10-13).
21Yo te planté como vid de la mejor calidad,
como vid de la simiente más fina.#2.21 Cf. Is 5.1-7; Lc 13.6-9.
¡Pero te has degenerado tanto,
que ya ni te reconozco!#2.21 ¡Pero te has... reconozco!: texto probable. Heb. oscuro.
22Por más que te laves con lejía
y uses cuanto jabón quieras,
ante mí sigue presente la mancha de tu pecado.
Yo, el Señor, lo afirmo.#2.22 Cf. Is 1.18.
23¿Cómo puedes decir: ‘No me he manchado#2.23 Esta obstinada pretensión de inocencia es para Jeremías el pecado más grave. Mientras no reconozca su pecado, Israel no tendrá oídos para escuchar la palabra de Dios (Jer 5.13-14; 6.10) y será incapaz de convertirse (Jer 17.1). Tampoco sabrá reconocer los castigos que el Señor le envía para corregirlo (Jer 2.30; 5.3; 17.23; 32.33) y no podrá ser perdonado (Jer 5.1).
ni he dado culto a dioses falsos’?
Mira cuál fue tu conducta en el valle;#2.23 En el valle: probable alusión al valle de Ben-hinom, en las afueras de Jerusalén, donde se practicaba ritos paganos, incluido el sacrificio de niños. Cf. 7.31-32; 19.5-6.
fíjate en todo lo que has hecho
tú, camella ligera de cascos
que corre en todas direcciones;
24asna salvaje que tira al monte
y resopla jadeante de deseos.
Cuando se encela, nadie puede controlarla:
y no tiene que cansarse el macho que la busca,
pues siempre la encuentra en tiempo de celo.#2.23-24 Os 2.5; 4.12-14
25“¡Israel, no lastimes tus pies corriendo descalza;
no dejes que se te seque la garganta!
Pero tú dijiste: ‘No, imposible;
amo a los extraños y me voy con ellos.’
Israel, merecedora de castigo
26“Como el ladrón se avergüenza cuando lo descubren,
así quedará avergonzado Israel,
el pueblo, los reyes, los jefes,
los sacerdotes y los profetas;
27pues a un árbol le dicen: ‘Tú eres mi padre’,
y a una piedra: ‘Tú eres mi madre.’#2.27 El árbol alude probablemente al poste sagrado que simbolizaba a la diosa Asera, madre de Baal (véase Jue 3.7 nota c). La piedra parece ser un eufemismo para designar los pilares que representaban al dios cananeo de la fertilidad.
A mí, en cambio, me dan la espalda y no la cara.
Sin embargo, apenas se ven en peligro, me dicen:
‘¡Ven a salvarnos!’
28Judá, ¿dónde están los dioses que te hiciste?
¡Tienes tantos dioses como ciudades!
¡Pues que vengan ellos, a ver si pueden salvarte
cuando te llegue la desgracia!#2.28 Dt 32.37-38.
29¿Qué alegáis vosotros contra mí,
si todos me habéis sido rebeldes?
Yo, el Señor, lo afirmo.#2.29 Jer 2.5.
30En vano castigué a vuestros hijos,
pues no quisieron aprender la lección.#2.30 Véase 2.23 nota a.
Vosotros mismos, como leones feroces,
asesinasteis a vuestros profetas.#2.30 1 R 19.10; Mt 23.37.
31(También vosotros, los de la generación actual,
prestad atención al mensaje del Señor).#2.31 Las palabras entre paréntesis fueron sin duda añadidas más tarde, para indicar que el mensaje de Jeremías también era aplicable a la generación presente.
Israel, ¿acaso he sido un desierto para ti?,
¿una tierra llena de sombras?
Pueblo mío, ¿por qué dices:
‘Somos libres; nunca más volveremos a ti’?
32¿Puede olvidarse una mujer
de sus joyas y sus adornos de novia?
Mi pueblo, sin embargo,
hace mucho que se olvidó de mí.
33“¡Qué bien conoces el camino
cuando de buscar amantes se trata!
¡Eres maestra en la escuela del mal!
34Tienes la ropa toda manchada
de sangre de pobres e inocentes,#2.34 La denuncia de la injusticia social es uno de los temas dominantes de la predicación profética. Cf. Is 1.17; Os 4.1-3; Am 2.6-8; 4.1; 5.24.
de gente que no sorprendiste en ningún delito.#2.34 Gente que no sorprendiste en ningún delito: alusión a la cláusula de Ex 22.2-3, que no imputaba como delito el hecho de matar al ladrón sorprendido durante la noche, en el momento mismo del robo.
35Pero a pesar de todo dices:
‘Soy inocente. Dios ya no está enojado conmigo.’#2.35 Soy inocente: Véase Jer 2.23 nota a.
Pues bien, como dices que no has pecado,
voy a entablar un juicio#2.35 Un juicio: Véase Jer 2.9 n. contra ti.
36¿Por qué tienes tanta prisa por cambiar de aliados?
También Egipto te fallará,
como te ha fallado Asiria.#2.36 Sobre las alianzas con Egipto y Asiria, véase Jer 2.18 n.
37Y tendrás que regresar de Egipto
llena de vergüenza,
porque yo he rechazado a los que te inspiran confianza,
y nada vas a ganar con su amistad.”

Currently Selected:

JEREMÍAS 2: DHHED

Highlight

Share

Copy

None

Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in

YouVersion uses cookies to personalize your experience. By using our website, you accept our use of cookies as described in our Privacy Policy