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LAMENTACIONES 2

2
Segunda Elegía#2,1-22: Con características formales similares al primero, el segundo poema también se estructura en dos grandes partes. En la primera parte (2,1-10) se describe en tercera persona la acción punitiva de Dios, como enemigo implacable, sobre su propio pueblo y sus más apreciados bienes y símbolos (habitantes, ciudad, templo, instituciones, dirigentes, culto, etc.). En la segunda parte (2,11-22) predominan la primera y segunda personas tras las que hablan el yo del poeta y la ciudad ultrajada, ahondando en el dolor incesante, en el sufrimiento desmedido, en la euforia del enemigo y en la justicia divina, para concluir invitando a la súplica (2,18-19) que ahora se sustenta, además, en el sobreprecio pagado por los propios pecados.
1¡Cómo ha nublado mi Dios,
con su cólera a Sión#2,1: a Sión: Lit. a la hija de Sión.!
Desde el cielo echó por tierra
el esplendor de Israel,
olvidó lleno de ira
al pedestal de sus pies.
2Dios destruyó sin piedad
las moradas de Jacob,
arrasó las fortalezas
de la hija de Judá
y echó por tierra, humillados,
a su reino y a sus príncipes.#Dt 28,52; Jr 21,5-7; 2 Cr 36,19.
3Quebró, encendido de cólera,
todo el poder de Israel,
su mano escondió en la espalda#2,3: su mano escondió en la espalda: Expresión semita con el sentido de “no quiso prestar ayuda”.
ante el ataque enemigo
y prendió fuego en Jacob
devorando sus contornos.
4Enemigo, tensó el arco
y lo afianzó en su derecha;
cual adversario mató
todo lo más apreciado,
y en las tiendas de Sión
prendió el fuego de su cólera.
5Es mi Dios un enemigo
que ha aniquilado a Israel:
desmanteló sus palacios,
derribó sus fortalezas
y llenó la capital#2,5: la capital: Lit. la hija de Judá.
de gemidos y lamentos.
6Forzó, cual huerto, su tienda
y arrasó el lugar de encuentro;
borró el Señor en Sión
festividades y sábados;
y rechazó enfurecido
a reyes y a sacerdotes.#1,4; Jr 52,13-14; Ez 24,21.
7Rechazó mi Dios su altar
y repudió su santuario,
entregando al enemigo
los muros de sus palacios;
daban gritos en el Templo,
como en un día de fiesta.
8Decidió el Señor destruir
las murallas de Sión#2,8: Sión: Lit. la hija de Sión.;
echó el cordel, sin quitar
la mano que derribaba;
muro y baluarte gemían
al desmoronarse juntos.#Dt 28,36; 2 Re 21,13; Ez 7,26; Sal 74,9.
9Tiró por tierra sus puertas,
quitó y rompió sus cerrojos;
su rey y sus príncipes viven
entre paganos; no hay ley,
ni los profetas reciben
sus visiones del Señor.
10Silenciosos y por tierra,
los ancianos de Sión
se echan polvo en sus cabezas
y se visten de sayal;
humillan su rostro en tierra
las doncellas de Sión#2,10: de Sión: Lit. Jerusalén..
11El llanto seca mis ojos,
mis entrañas se estremecen
y la hiel se me derrama
por la ruina de mi pueblo;
niños y bebés sucumben
por las calles del lugar#2,11: la hiel se me derrama: Expresión semita con el sentido de “me he quedado sin ánimo”, “mi ánimo está por los suelos”.— mi pueblo: Lit. de la hija de mi pueblo.— del lugar: Lit. de la ciudad..
12“¿Dónde están el pan y el vino?”,
interpelan a las madres,
mientras yacen moribundos
en medio de la ciudad
y van quedando sin vida
en los brazos de sus madres.
13¿Con quién puedo compararte,
ciudad de Jerusalén?
¿Con qué ejemplo consolarte,
virgen, hija de Sión?
Un mar inmenso es tu herida:
¿quién te la podrá curar? #1,12; Jr 5,31; 29,8-9.
14Tus profetas te anunciaban
falsas e ilusas visiones:
no descubrieron tu culpa
para hacer cambiar tu suerte#2,14: cambiar tu suerte: Ver nota a Jr 30,18.;
sólo te dieron oráculos
falaces y seductores.
15Baten palmas contra ti
todos los que van de paso;
silban, menean la cabeza
burlándose de Sión.
“¿Es esta la urbe más bella
y más alegre del mundo?”. #Jr 19,8; Sal 22,8.
16Abren contra ti sus bocas
todos tus enemigos;
silban, rechinan los dientes
y dicen: “¡Ya es pan comido!
¡Es el día que esperábamos!
¡Al fin lo hemos conseguido#2,16: es pan comido: Lit. la hemos devorado.— lo hemos conseguido: Lit. lo hemos encontrado y lo hemos visto.!”#3,46; Jl 2,2; Am 5,18.
17Ha hecho el Señor lo fijado
y ha cumplido la promesa
que hace tiempo formuló:
sin piedad ha destruido,
alegrando a tu enemigo
y aumentando su poder#2,17: alegrando: Hbr. añade: sobre ti.— su poder: Lit. el poder de tu adversario..
18¡Grita con fuerza a mi Dios,
oh muralla de Sión!
Deja correr noche y día
el torrente de tus lágrimas;
no te des ninguna tregua,
que no descansen tus ojos.#1,2; Dt 28,15ss.
19Álzate y grita en la noche,
al comienzo de las guardias;
desahoga el corazón
en presencia de mi Dios
y levanta hacia él tus manos
por la vida de tus niños#2,19: niños: Hbr. añade: que desfallecieron de hambre por los cruces de las calles. Puede tratarse de una glosa..
20Mira, Señor, ten en cuenta
que a nadie has tratado así:
¿Tenían que comer las madres
a sus hijos, niños tiernos,
o morir en el santuario
sacerdotes y profetas?#4,10; Dt 28,53; Jr 19,9; Ez 5,10.
21En el polvo de las calles
yacen muchachos y ancianos;
mis doncellas y mis jóvenes
caen a filo de espada.
En tu cólera mataste,
masacrando sin piedad.
22Como a fiesta has convocado
los terrores que me cercan;
nadie ha podido escapar
del enojo del Señor.
A los que cuidé y crié
mi enemigo los mató.

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LAMENTACIONES 2: BHTI

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