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PROVERBIOS. DE SALOMON. 6

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CAPIT. VI.
Instruye àl que fió à otro. II. Despierta y reprehende duramente àl negligente. III. Notas por las quales el mal hombre sera conocido. La principal y mas abominable de las quales es, Sembrar discordias en las pias congregaciones. IIII. Encarga el estudio de la diuina Ley, por el qual el hombre ſea preseruado de adulterio, recitãdo algunos males que del vienen.
1Hijo mio, ſi ſalieres por fiador por tu amigo, ſi tocaste tu mano àl estraño, 2Enlazado eres con las palabras de tu boca: y preso con las razones de tu boca. 3Haz eſto aora hijo mio, y librate: porque has caydo en la mano de tu proximo: Ve, humillate, y esfuerça tu proximo. 4No des ſueño à tus ojos, ni à tus parpados adormecimiento. 5Escapate como el corço de la mano del caçador: y como el aue de la mano del paran çero.
6¶ Ve à la hormiga, ò perezoso, mira ſus caminos, y ſe sabio; 7Laqual no tiene capitã, ni gouernador, ni Señor, 8Y contodo eſſo apareja enel verano ſu comida; en el tiempo de la siega allega ſu mãtenimiento. 9 Perezoso, haſta quando has de dormir? Quando te leuantarás de tu ſueño? 10Tomando vn poco de ſueño, cabeceãdo otro poco, poniendo mano ſobre mano otro poco para boluer à dormir, 11Vendra como caminãte tu neceſsidad, y tu pobreza como hombre de escudo.
12¶ El hombre peruerso es varõ iniquo: camina en peruersidad de boca; 13Guiña de ſus ojos; habla de ſus pies: enseña de ſus dedos, 14Peruersidades están en ſu coraçon; todo tiempo anda pensando mal: enciende renzillas. 15Portanto ſu calamidad vendrá de repente: subitamente ſerá quebrãtado, y no aurá quien lo sane. 16Seys coſas aborrece Iehoua, y aun ſiete abomina ſu anima; 17Los ojos altiuos. La lengua mentirosa. Las manos derramadoras de la sangre innocente. 18El coraçon que pienſa pensamientos iniquos, Los pies pressurosos para correr àl mal. 19 El teſtigo mentiroso, que habla mẽtiras: y Elque enciende renzillas entre los hermanos.
20¶ Guarda, hijo mio, el mandamiento de tu padre: y no dexes la Ley de tu madre: 21Atala siempre en tu coraçon; enlazala à tu cuello. 22Quando anduuieres, te guie; quando durmieres, te guarde; quando deſpertares, hable contigo. 23 Porque el mandamiento candela es, y la Ley luz: y camino de vida las reprehẽsiones del castigo. 24 Para que te guarden de la mala muger; de la blãdura de la lengua de la estraña. 25No cobdicies ſu hermosura en tu coraçon: ni te prenda con ſus ojos. 26Porque à cauſa de la muger ramera viene el hombre à vn bocado de pan: y la muger caça la preciosa anima del varon. 27Tomará el hombre fuego en ſu seno, y que ſus veſtidos no ſe quemen? 28Andará el hombre ſobre las brasas, y que ſus pies no ſe abrasen? 29Ansi el que entrâre à la muger de ſu proximo; no ſerá ſin culpa todo hombre que la tocâre. 30No tienen enpoco àl ladron, quando hurtâre para henchir ſu anima auiendo hambre: 31Mas tomado, paga las setenas: o da toda la sustancia de ſu caſa: 32Mas el que comete adulterio conla muger, es falto de entẽdimiento, corrompe ſu anima el que tal haze. 33Plaga y verguença hallará: y ſu affrenta nunca ſerá rayda. 34Porque el zelo sañudo del varon no perdonará enel dia de la vengança: 35No tendra respecto à ninguna redemcion: ni querrá perdonar aunque le multipliques el cohecho.

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