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Marcos 11:1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26

Marcos 11:1 NVI

Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué y a Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos

Marcos 11:2 NVI

con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente. Tan pronto como entren en ella, encontrarán atado un burrito, en el que nunca se ha montado nadie. Desátenlo y tráiganlo acá.

Marcos 11:3 NVI

Y si alguien pregunta: “¿Por qué hacen eso?”, díganle: “El Señor lo necesita y enseguida lo devolverá”».

Marcos 11:4 NVI

Fueron, encontraron un burrito afuera, en la calle, atado a un portón y lo desataron.

Marcos 11:5 NVI

Entonces algunos de los que estaban allí preguntaron: «¿Qué hacen desatando el burrito?».

Marcos 11:6 NVI

Ellos contestaron como Jesús había dicho y dejaron que lo desatara.

Marcos 11:7 NVI

Llevaron, pues, el burrito a Jesús. Luego pusieron encima sus mantos y él se montó.

Marcos 11:8 NVI

Muchos tendieron sus mantos sobre el camino; otros usaron ramas que habían cortado en los campos.

Marcos 11:9 NVI

Tanto los que iban delante como los que iban detrás gritaban: —¡Hosanna! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

Marcos 11:10 NVI

—¡Bendito el reino venidero de nuestro padre David! —¡Hosanna en las alturas!

Marcos 11:12 NVI

Al día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo hambre.

Marcos 11:13 NVI

Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si hallaba algún fruto. Cuando llegó a ella solo encontró hojas, porque no era tiempo de higos.

Marcos 11:14 NVI

«¡Nadie vuelva jamás a comer fruto de ti!», dijo a la higuera. Y lo oyeron sus discípulos.

Marcos 11:15 NVI

Llegaron, pues, a Jerusalén. Jesús entró en el Templo y comenzó a echar de allí a los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas

Marcos 11:16 NVI

y no permitía que nadie atravesara el Templo llevando mercancías.

Marcos 11:17 NVI

También les enseñaba con estas palabras: «¿No está escrito: »“Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”? Pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”».

Marcos 11:18 NVI

Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.

Marcos 11:19 NVI

Cuando cayó la tarde, salieron de la ciudad.

Marcos 11:20 NVI

Por la mañana, al pasar junto a la higuera, vieron que se había secado de raíz.

Marcos 11:21 NVI

Pedro, acordándose, dijo a Jesús: —¡Rabí, mira, se ha secado la higuera que maldijiste!

Marcos 11:22 NVI

—Tengan fe en Dios —respondió Jesús—.

Marcos 11:23 NVI

Les aseguro que si alguno dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la menor duda en el corazón de que lo que dice sucederá, lo obtendrá.

Marcos 11:24 NVI

Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración y lo obtendrán.

Marcos 11:25 NVI

Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo perdone a ustedes sus ofensas.

Marcos 11:26 NVI