Mateo 7:13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27
Mateo 7:13 NVI
»Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella.
Mateo 7:14 NVI
Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.
Mateo 7:15 NVI
»Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
Mateo 7:16 NVI
Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Mateo 7:17 NVI
Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo.
Mateo 7:18 NVI
Un árbol bueno no puede dar fruto malo y un árbol malo no puede dar fruto bueno.
Mateo 7:19 NVI
Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego.
Mateo 7:21 NVI
»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Mateo 7:22 NVI
Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?”.
Mateo 7:23 NVI
Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”.
Mateo 7:24 NVI
»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
Mateo 7:25 NVI
Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.
Mateo 7:26 NVI
Pero todo el que oye mis palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.
Mateo 7:27 NVI
Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó y grande fue su ruina».