Salmos 139:1-12 NTV
Oh SEÑOR, has examinado mi corazón
y sabes todo acerca de mí.
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
conoces mis pensamientos, aun cuando me encuentro lejos.
Me ves cuando viajo
y cuando descanso en casa.
Sabes todo lo que hago.
Sabes lo que voy a decir
incluso antes de que lo diga, SEÑOR.
Vas delante y detrás de mí.
Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza.
Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
¡es tan elevado que no puedo entenderlo!
¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu!
¡Jamás podría huir de tu presencia!
Si subo al cielo, allí estás tú;
si desciendo a la tumba, allí estás tú.
Si cabalgo sobre las alas de la mañana,
si habito junto a los océanos más lejanos,
aun allí me guiará tu mano
y me sostendrá tu fuerza.
Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara,
y a la luz que me rodea, que se convierta en noche;
pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti.
Para ti, la noche es tan brillante como el día.
La oscuridad y la luz son lo mismo para ti.
NTV: Nueva Traducción Viviente